Ninguna empresa subsiste en nuestros días, si no tiene una página web. Es, además de la mejor manera de comunicar los productos o servicios que ofrece, una tarjeta de presentación. Cualquiera que desee validar si un cliente o un comercio de cierta magnitud “existe”, se fijará en su página web. Si no la tiene, no “existe”.
Sin embargo, salvo que se trate de una organización literaria, las empresas no son comunicadores. Tampoco disponen de tiempo, porque deben dedicarse a su negocio específico. Frente a este cuadro pueden demostrar una habilidad especial: delegar esta función a quienes saben cómo comunicar.
Esta es mi tarea desde hace más de veinte años: proveer de todos los textos que un sitio de internet necesita, tanto para su funcionamiento básico como para propósitos más específicos. ¿Qué quiero decir? Que produzco “copies” que van desde párrafos muy estructurados, como un formulario o una dirección hasta títulos y textos totalmente creativos, como la presentación de la empresa, su misión, visión, objetivos, informaciones, blogs, banners y, en muchos casos, los guiones para piezas audiovisuales que también se usan en las redes sociales.
Si tenés una empresa necesitás una página lo suficientemente atractiva, ya que será tu espejo en las redes. El “person to person” ha sido casi totalmente sobrepasado por la información a distancia, utilizando internet. No te juegues a hacer algo “más o menos”, pudiendo confiarle tu información y tu propósito a quien tiene una gran experiencia cibernética.
En la foto: uno de mis textos para la empresa MiaCargo.