Comencé a escribir en la revista El Pato cuando empezó este nuevo siglo. La revista Aire y Sol, en la que trabajé de 1996 a 2000 había cerrado. Fue el único medio que contó con mi tarea exclusiva. Jamás me lo exigieron, pero era tan bueno el sueldo y tan creciente la revista que yo mismo lo decidí. A su cierre, entonces, inicié mis colaboraciones con la revista El Pato, dirigida, por siempre, por Ariel Robledo.
Primero fueron algunas notas de pesqueros de la provincia de Buenos Aires, especialmente, aquellas lagunas novedosas para pescar tarariras. Luego escribí pequeñas pero ricas secciones: Clubes de pesca de la Argentina, Fichas de señuelos, Consejos para los chicos, El pique del mes, El humor en la pesca. También, una larga sección de notas más desarrolladas (varias páginas cada una) sobre una técnica nueva: el bait. Hasta entonces ninguna revista había escrito algo seriado y profundo sobre el tema. Ignoro si después alguna lo hizo.
Hasta 2016 escribí mes a mes en El Pato. A partir de entonces, las colaboraciones son más esporádicas, pero jamás dejé de tener muy buen vínculo con Ariel y sus socios, gente de trabajo, honesta y que lograron un muy buen producto gráfico, que ya se acerca a las tres décadas de vida.